1. No te gustan las asignaturas o los temas impartidos en clases
Siempre hay una materia que nos cuesta más, al punto que puedes terminar odiándola, con demasiada frecuencia, no te gusta simplemente porque no lo entiendes del todo. Pides ayuda a un profesor, a un compañero de clase o incluso barajas la posibilidad de contratar clases particulares. Pero si la mayoría de las asignaturas se te hacen cuesta arriba o simplemente no te interesas por los temas de estudio fuera del aula o no te gustan para nada, significa que no te gusta lo que estás estudiando.