Descripción
Durante los últimos treinta años el mundo ha sufrido muchas transformaciones en todos los ámbitos, incluyendo las demandas que las empresas y el mundo laboral tienen de sus trabajadores. Hoy se buscan personas empáticas, solidarias, sensibles, sin prejuicios, que sepan trabajar en equipo y resolver conflictos. Pero ¿de dónde sale esta gente si la educación que estamos dándoles a nuestros niños no incorpora la estimulación de ninguna de las mal llamadas habilidades blandas? El objetivo de este libro es intentar entender esta contradicción y, para ello, recorrer en detalle todas las instancias educativas formales e informales, analizando qué está pasando con nuestras emociones, cómo las vamos bloqueando tanto en la familia como en la escuela, la educación superior y el propio entorno laboral.
Cada vez manejamos más información y nos perfeccionamos más a nivel profesional, pero, paradójicamente, nos estamos volviendo más ignorantes emocionalmente, al perder la conexión con nosotros mismos.
Esta terrible disociación puede generar angustia y desesperanza, pero es un escollo que podemos superar si escuchamos atentamente el sentido profundo de la invitación que Pilar Sordo nos hace en este libro: educar para sentir y sentir para educar. Este es el único camino posible para formar a los seres humanos que el futuro necesita.
El texto también discute el papel de la familia para educar a los jóvenes en las emociones, llamando la atención acerca de cómo los padres tampoco cuentan con las habilidades emocionales necesarias para educar a sus hijos. La autora remarca cómo en Latinoamérica hemos sido educados de manera autoritaria, poco democrática y, sobre todo, con muy poca comunicación. Este último problema se agrava hoy con los medios tecnológicos con los que contamos, que acercan a los que están lejos, pero alejan a los que están cerca.
¿Qué piensas de este libro?
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