Descripción
Con el mayor cariño, querida María, accedo a presentar al público español este libro, que destina a esa juventud de que todavía casi forma usted parte. Y el cariño se funde con la satisfacción honda de sentir que las palabras de una cátedra no han caído totalmente en el vacío, sino que han servido para nutrir en parte una vida intelectual que emerge llena de entusiasmo y lozanía, y se afirma flotando por encima de todas las vicisitudes a que el planeta se halla sometido. Asistí a sus primeras curiosidades, guíe sus primeros pasos, enderecé algunas veces sus senderos.
Al despedirme de usted, ya en vías de madurez, lo hice con la paz y el sosiego de quien siente haber cumplido una parcela de la misión que Dios le asignó en este mundo. Pero me disculpará usted que este orgullo vaya nimbando por las olas de terror que invaden a quien tiene quince años más que usted. Terror de ver, en algunas partes, estampados pensamientos que pudieran haber servido en su hora en una cátedra o en el diálogo de un seminario, pero que, faltos de madurez, no iban destinados a un público de lectores. Algunos, tal vez ya no los comparta, me conoce usted lo suficiente para que ello no le extrañe.
Estuve a punto varias veces de dejar correr mi pluma en el margen de sus cuartillas. Me detuve. Decididamente, un libro sobre el conjunto de la historia de la filosofía quizá solo pueda escribirse en plena muchachez, en que el ímpetu propulsor de la vida puede más que la cautela. Simpático gesto de entusiasmo, en definitiva, ello es de esencia del discipulado intelectual. Su obra tiene, además, raíces que hacen revivir mis impresiones de discípulo de un maestro, Ortega, a cuyo magisterio debo también yo mucho de lo menos malo de mi labor. Pero todo ello no son sino las raíces remotas de su libro. Queda el libro mismo, multitud de ideas, la exposición de casi todos los pensadores y aun la de algunas épocas, son obra personal de usted.
Al publicarlo tenga la seguridad de que pone en manos de los recién llegados a una Facultad de Filosofía un instrumento de trabajo de considerable precisión, que les ahorrará búsquedas difíciles, les evitará pasos perdidos en el vacío y, sobre todo, les hará echar a andar por el camino de la filosofía. Cosa que a muchos parecerá ociosa, sobre todo cuando por añadidura se dirige la mirada hacia el pasado: ¡una historia…, ahora que el presente apremia, y una historia de la filosofía…, de una presunta ciencia, cuyo resultado más palmario es la discordancia radical tocante a su propio objeto!
¿Qué piensas de este libro?
No hay comentarios