
Hedy Lamarr (1914-2000)
Cuando esta mujer austriaca de capacidades intelectuales extraordinarias empezó a estudiar una ingeniería, no podía imaginar que el desarrollo de la técnica de conmutación de frecuencias que llevó a cabo en 1940 contribuiría, años más tarde, a la creación de la tecnología WiFi y Bluetooth, de su mente nació el espectro ensanchado para el salto de frecuencia, tecnología base para comunicaciones inalámbricas.
Hedy conocía de cerca las prácticas de gobierno de Hitler y alimentaba un profundo rencor hacia los nazis, por lo que decidió aportar su contribución personal al esfuerzo de guerra de los aliados. El espectro ensanchado por salto de frecuencia nació después de que Lamarr se diera cuenta de que las señales que guiaban por radio a los torpedos de la Armada de EE UU eran muy fáciles de interferir, lo que provocaba que se desviaran de su rumbo inicial. Conversando con el compositor George Antheil, se dieron cuenta de que se podía cambiar de frecuencia de la misma forma que se cambian las notas en una pianola. Y así lo hicieron.
Si bien, la idea era difícil de llevar a la práctica a principios de los años 1940, el enorme progreso de la electrónica con la invención del transistor hizo factible su utilización. Los militares no se dieron cuenta de la utilidad de este invento hasta la crisis de los misiles cubanos, en 1962. La tecnología de Lamarr se utilizó para controlar los torpedos y la comunicación y, a día de hoy, se encuentra todavía en uso para las redes móviles, dispositivos Bluetooth y WiFi.