Descripción
El dibujo arquitectónico es la materia que se ocupa de la expresión gráfica del proyecto. Es decir, esta materia es la encargada de mostrar físicamente la labor del arquitecto. El dibujo arquitectónico no se encarga solamente de trazar el proyecto en un papel, lo cual sería relativamente fácil. Un buen arquitecto sabe que, en un proyecto arquitectónico, cada una de las formas, líneas y cuerpos que proyecte deberán tener un significado. Incluso el color que se le dé a un edificio en particular dará un significado a este y el arquitecto, como transmisor de ideas, debe ser consciente de este hecho. Y si cada uno de los elementos que componen el proyecto arquitectónico tiene un significado individual, también es cierto que la unión de los diferentes elementos tiene un nuevo significado, del mismo modo que las palabras aisladas crean oraciones e ideas complejas.
Cuando el arquitecto trabaja y produce una idea, utiliza un lenguaje, esto es, un sistema de símbolos que puede ser comprendido por los observadores y usuarios del proyecto. Sin embargo, aquí cabe resaltar que, a diferencia de otras artes como la poesía o la literatura, la arquitectura tiene un lenguaje abstracto; la arquitectura se comunica por medio de formas, composición, color y otros elementos visuales que no tienen un significado literal, como en el caso de las palabras. En palabras de José Villagrán, uno de los mayores teóricos de la arquitectura del siglo XX: Los medios propios de cada arte limitan su campo de expresión y por lo mismo el campo en que se den al creador vivencias apropiadas a los medios de su propio arte. El arquitecto como artista tiene una gama particular de situaciones estéticas, más semejantes a las de la música en relación con el sentimiento que a las de la pintura, aunque en otro aspecto parecido a las de la escultura y de la misma pintura en lo visual puro.
El párrafo anterior significa que, si bien la arquitectura no puede expresar una idea textualmente, no por ello deja de producir emociones en el espectador. Tal como dice Villagrán, la arquitectura puede compararse a la música: al escuchar un tema musical que carece de letra surgen una serie de sentimientos independientes al lenguaje hablado, tal como sucede cuando se contempla o se utiliza un determinado espacio arquitectónico. Lo interesante en estos casos es que, pese a que el mensaje no es literal, sino abstracto, suele haber coincidencias notables en los sentimientos que provocan: personas que contemplan la misma obra suelen tener pensamientos similares respecto a esta, sin importar sus diferencias culturales.
Esto es lo más interesante del lenguaje arquitectónico: es comprendido universalmente, incluso por personas que no saben de arquitectura. En el presente curso se estudiarán las formas en las que la arquitectura se comunica, prestando especial atención a los significados de los distintos símbolos de los que se sirve el arte arquitectónico para expresar su mensaje. Se espera que, cuando haya concluido el curso, el estudiante estará dotado de las herramientas básicas para descifrar los mensajes de los que es portadora la obra arquitectónica.
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