Descripción
Creyérase que la misma se comprende bien en nuestro tiempo, habida cuenta que se la emplea en abundancia al estar nuestra época plagada de creaciones tecnológicas por doquiera y que un gran porcentaje de los científicos que han existido a lo largo de la historia están vivos en la actualidad. Sin embargo, es una ilusión vana pretender que se comprenda bien el significado de la palabra ciencia, sobre todo en Latinoamérica, máxime cuando tomamos en cuenta los lúcidos y profundos escritos de intelectuales serios de los últimos tiempos.
Y esto es de suma importancia, puesto que para iniciar con altura y elegancia un curso de un campo del saber científico consiste precisamente en tener claridad en materia del estatuto epistemológico concomitante. Desde luego, la termodinámica no constituye excepción al respecto, sea la de sustancias puras, sea la de soluciones. Con claridad meridiana, el celebérrimo Richard Feynman, uno de los grandes físicos del siglo XX, diagnosticó, en la década de 1960, una situación aberrante que él denominó Cargo cult science, o ciencia del tipo de adoración a los aviones. Tal diagnóstico surgió al observar Feynman ciertos modos de hacer investigación científica en la Norteamérica de la época, sobre todo en el campo de las ciencias sociales.
De facto, se trata de una situación que no ha hecho sino agravarse desde entonces ante el embate de la ideología postmoderna, verdadero calambre mental que aún campa por sus respetos hoy por hoy. En efecto, la mayoría de cursos al respecto suelen dictarse las más de las veces con fundamento en un esquema acuñado en Norteamérica, el cual consiste en centrar el desarrollo de un curso en el aprendizaje de técnicas basadas en tablas, cartas, nomogramas y otros instrumentos de similar jaez, enfoque que, hasta donde puede decirse, va en detrimento del apuntalamiento de unos fundamentos conceptuales sólidos.
En este punto, han aparecido los elementos centrales constitutivos de este curso de termodinámica de soluciones según lo he ido estructurando a lo largo de muchos años: estudio pormenorizado de los fundamentos, reproducción de experimentos históricos, realización de ensayos científicos y práctica de técnicas básicas de cálculo de equilibrios de fases y en reacciones químicas. Pero, bueno, de todo esto hablaremos con cierto detenimiento en lo que seguirá de este libro, una guía de perplejos como lo he llamado habida cuenta que la perplejidad y su manejo son elementos consustanciales al método científico stricto sensu, como bien lo sabe toda persona que haya buceado con rigor en los intríngulis de la filosofía de la ciencia.
¿Qué piensas de este libro?
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