Descripción
¿Cómo salimos del silencio? ¿Cuándo empezamos a hablar? ¿Por qué creamos un vocabulario? ¿Por qué pronunciamos palabras? Estas cuestiones permanentes de la vida personal y colectiva fluyen como una constante en el magnífico libro de Carlos Prieto, Cinco mil años de palabras. Exponente de la más abstracta de todas las artes -la música, comparable en esto a las rnateméticas-c-, Prieto desciende a la más concreta de las vocaciones: hablar, decir. El Arte de lafuga de Bach no posee, propiamente, concreción material. Requiere cuatro instrumentos o un teclado. Entra por el oído. Transforma el corazón y la mente. Afecta nuestra materialidad mediante una espiritualidad sin mácula. En cambio, decir, hablar, es la moneda bien maculada del trato diario.
Usamos palabras para amar, pedir, injuriar, exaltar, saludar. Gastamos las palabras en el roce diario del trabajo, el movimiento, el trato con amigos y extraños, el cariño con mujer e hijos,la blasfemia contra enemigos, la adulación de poderosos, la información, la noticia, la conclusión… Las palabras son la moneda de cobre de la vida diaria. Pero pueden ser el conducto que salva a las propias palabras de su condición consuetudinaria y las convierte en oro de la poesía y el pensamiento. Cuesta rebajar la música. Más aún cuesta elevar la palabra. El extraordinario encanto de este libro de Carlos Prieto es que es obra de un gran artista musical empinado sobre la composición y el trato verbales. Recorremos con Prieto cosas que creíamos saber sobre las lenguas $en plural$ y descubrimos 10que no sabíamos sobre lo que creíamos saber $en singuiar$. No sé si de manera volitiva o espontánea, Prieto va organizando su recorrido por la galería de las lenguas como se organiza, históricamente, una orquesta. Pongamos que el latín es “lengua consorte” en la que todos los instrumentos de la orquesta pertenecen a la misma familia. Pero apenas se introducen otros elementos orquestales, la familia original se quiebra pero se enriquece.
¿Qué piensas de este libro?
No hay comentarios